jueves, 2 de julio de 2009

Esperar = Desesperante

Algunas veces suelo pensar que no estoy a donde pertenezco y es que sobresalir de entre la gente es bueno, aunque no siempre.

El otro día andaba caminando por las calles del centro de estas tierras lejanas y llamó mi atención una persona que o estaba drogada o enferma de sus facultades mentales (estaba un poco lejos para asegurar alguna de las dos), andaba caminando, literalmente, a pasos agigantados y presurosos, levantando las manos como si quisiera volar, no pude evitar pensar que era una versión masculina y caricaturizada de mi. Si bien no camino a pasos agigantados porque mi estarura (y el poco glamour) no me lo permite, sí camino muy rápido, esto hace que la gente me mire de manera extraña (a veces pienso que soy algo paranoica), esto me recuerda un poco al video de 2 become 1 de las Spice Girls (sí ya se, dije que me gusta el metal y esto es pop, en mi defensa diré que también fui adolescente) o aquél capítulo de Sabrina la bruja adolescente, "Double Time", en donde se roba el tiempo de sus amigos y eso hace que vivan en cámara lenta.



En Pachuca, Hidalgo (México, por supuesto), por ejemplo, la gente aún tiene la cortesía de dar los buenos días cuando te subes a las suvs (van, kombie o pecera). Y en los microbuses te cobran hasta que estás en tu asiento o_O!. No se si siempre sea así en todo Pachuca pero eso se me hizo de lo más extraño.

En Zacatecas es raro que las tiendas se abran antes de las 10:00 u 11:00 horas, y por lo general cierran a eso de las 15:00 horas, se toman tres horas para comer, y regresan a abrir sus negocios sólo dos o tres horas más, esto sólo entre semana y periodo laboral, porque si hablamos de días festivos o fines de semana tendrás suerte de encontrar tiendas abiertas, especialmente los domingos. Otra cosa es el transporte colectivo, la gente se queja de que si los choferes son malos y eso, pero ¡oigan!, en dónde se ve que la gente haga su parada (no con tiempo, por cierto), el microbús (rutas como les llaman) se detenga y todavía espere a que el pasajero termine de ponerse de acuerdo con el/la amig@ y se despida. No entiendo la queja. ¬.¬

Y como estos podría dar muchos ejemplos más, y seguramente habrá quien desee que esto fuera comun en las grandes ciudades, pero como todo, algo malo debía de haber y es que la gente se guía por el sol, o por lo menos esa es mi teoría. Acá en el Far Far Away Kingdom cuando hay una conversación del tipo:

—¿Qué te parece si nos reunimos para discutir sobre de eso? Es que hay cosas que se tienen que definir bien.
—De acuerdo, pero ¿cuándo?
—Qué tal el jueves a las 15:00 horas
—O. K. Hasta el jueves

En lugar de la última frase, se debería preguntar de qué año y sin importar que hayan quedado a las 15:00 horas, se deberá llegar mínimo treinta minutos tarde o habrás perdido ese valioso tiempo esperando en vano. Esto trae a mi mente mis años de prepa, a mis profesores les encantaba dejar tareas en equipo, supongo que para ahorrarse la fatiga de revisar a cada alumno (aunque la verdad dudo que aún así revisaran a conciencia cada trabajo) y en mi equipo había una chica que invariablemente llegaba tarde mínimo una hora, para nuestro infortunio (esta palabra siempre me ha sonado raro) era la que pasaba por todas —aún no logro recordar por qué no cambiamos eso— el caso es que un día se pasó de impuntual y llegó tres horas tarde, ¡tres horas! discutimos con ella y he aquí parte de la discusión:

—¿Por qué tan tarde?—preguntó una.
—¡Para la próxima te vamos a citar dos horas más temprano a ver si así llegas puntual!—dijo otra.
—Es que mi mamá no me dejaba salir hasta terminar de lavar los trastes—contestó Hannia.
—Oye Hannia...
—¿Si?
—...¡Traes marcada la cobija en la caaaaraaaaa!
(Risas burlonas, una risa nerviosa y una cara roja.)

Y no es que las demás fueran muy puntuales, o por lo menos su concepto de puntualidad era que si llegaban en los primeros 30 minutos de la hora convenida, ya habían sido puntuales. Yo tampoco soy puntual, pero mi impuntualidad es a la inversa, se me da llegar como 10 o 15 minutos antes (lo reconozco soy un poco obsesiva), bueno depende de con quién sea la cita (como ya los conozco a veces les sigo el juego y llego tarde, aunque creo que no lo suficientemente tarde porque generalmente llego antes que los demás u.u'). Por esta razón citarme con alguien es una verdadera tortura, así que cuando la cita es con amigos, llego por alguien porque esperar en conjunto es entretenido, pero cuando estoy sola sólo espero 15 minutos y les aplico la ley del cuarto (a menos que avisen que llegarán tarde). Creo que por acá la puntualidad es sólo una palabra más del diccionario.

Nota para mi: Incluir ser impuntual en mi lista de propósitos para año nuevo.

jueves, 25 de junio de 2009

¡Qué imprudencia!

Mi medio de transporte principal son mis pies, así que me la paso quejándome de los automovilistas cafres. Y es que por este lado del planeta los automovilistas se suben al auto, lo ponen en marcha y una vez que han llegado a su destino, lo estacionan y se bajan tan campantes. Aquí surge la pregunta: ¡¿cómo rayos es que debería ser entonces el proceso de conducir un automóvil? Para un gran número de automovilistas este es el proceso correcto, pero, ¡hay cada bestia peluda con tres neuronas, de las cuales sólo dos hacen contacto!...

Más de una vez me ha tocado que estoy esperando para cruzar la calle (no hay semáforo en el crucero) y veo venir un automóvil que tiene dos opciones o se sigue derecho y me deja pasar o da vuelta y tengo que esperar a que pase. El automovilista no enciende sus direccionales, a lo que yo asumo que puedo pasar, y paso, pero sucede que da vuelta, tiene que frenar y me ve con unos ojos, que si las miradas fueran golpes iría a parar al hospital o al Ministerio Público (siempre los veo igual que ellos), algunos suenan el claxon, otros gritan aquéllo de ¡serás d'huleeee! o ¡tragarás liiigaaas! y ya los más finos especímenes le mandan recuerdos a la progenitora. ¡¿Qué piensa, que soy adivina?!, pues ¡no! ¡Use las direccionales p...! ¿Ah no verdad? XD. O qué hay de cuando ves que viene muy lejos y a una rapidez suficientemente lenta como para poder pasar sin problema alguno, pero, en cuanto ve que vas a pasar ¡¡acelera!!. Nunca entenderé su punto, total, si te rompe, te paga (por lo menos teóricamente hablando). O cuando ocupan las rayas el paso de cebra, algún día me atreveré a pasar por encima de uno de ellos (risa siniestra).

No se me olvida que como peatones también estamos sujetos a acatar ciertas normas, para una sana relación peatón-automovilista, y que a veces somos muy inconcsientes. Hoy por la mañana tomé un taxi porque para variar andaba algo apretada de tiempo, el taxista decidió irse por una vía de "alta velocidad" (a esa hora el tránsito vehicular no es muy rápido, pero sí lo suficiente como para, mínimo, dejar contuso a alguien), de repente, un señor sosteniendo con un brazo a una niña -quien por cierto cargaba su mochila- y con el otro cargaba la mochila de otra niña a la que jalaba de la mano, con esas palabras que la mayoría de los padres les dicen tan amorosamente a los hijos pequeños: ¡cóooorrele!, como si no estuvieran haciéndolo ya, se aventuró a cruzar y torear a los automóviles. ¡Me ha pegado el susto del día!, porque casi lo hacen sandwich entre el taxi y otro auto. Hacer eso cuando uno va solo es estúpido, pero cuando traes a tus hijas..., me deja sin palabras decentes para describir tal acto, aún más cuando el puente peatonal está a asquerosos 20 metros, aproximadamente y el semáforo como a 10 metros en la otra dirección. ¡¿Qué tiene en el cerebro?! Merde?!

Por pensar no se atrofia el cerebro, no seamos bestias peludas.

martes, 16 de junio de 2009

¡Qué cruda!



Ultimamente estoy ocupada con algunos asuntos que debí terminar hace mucho tiempo atrás. Esto implica más trabajo y menos descanso, sería genial para mí que el día tuviera 36 horas, pero me tocó vivir en este sistema así que me las tengo que arreglar con las casi 24 que hay en este planeta tan hermoso (y destruido).

Tuve una semana para preparar una presentación acerca de una tesina que estoy realizando, pero como soy una perseguidora tonta de la inalcanzable perfección, pues me llevé más tiempo del requerido en la investigación histórica, que luego se tradujo en que me quedó menos de un día para hacer la presentación en electrónico. Terminé a las 6:10 horas, y como me tenía que levantar a las 7:30, concluí que ya no tenía caso dormirse, así que me fui a ver la televisión un rato, pero, para mi desgracia no había algo interesante qué ver, ergo, me quedé dormida.

La alarma sonó puntualmente y me desperté sin saber qué día era, además era como si mi cuerpo no se hubiera despertado, pero mi mente sí, o al revés, imagino que si existe eso de las
proyecciones astrales, la sensación debería ser algo parecida. Apenas si podía sostener lo que tomaba y de repente me llegaban unos temblores de adicta desintoxicándose, supongo.


Ya antes había pasado casi dos días sin dormir, y aunque andaba como zombie la mitad del segundo día, nunca había experimentado esa sensación, neta que se siente gacho. Nunca en mi vida he tenido una cruda (resaca), así que no se si lo que sentí hace un par de días puede ser llamado así...

Nota para mi: duermo o no duermo, pero eso de dormir un poco "no lo vuelvo a hacer".

Почему? (¿Por qué?)

Alguna vez, una maestra dijo que deseaba tener una goma cerebral o algo parecido, porque había demasiadas cosas en su cabeza, de las cuales quería deshacerse. Lo admito, yo no entendí, entonces, la necesidad de la goma y pensé que era una idea muy loca; ahora sí entiendo, pero como no tengo forma de desconectar mi cerebro a voluntad y no creo que la dichosa goma exista, trataré de ejercitar mis dedos, mientras mi cerebro se desahoga, quién sabe, tal vez lo que escribo alguien lo lea.

Además este espacio me será útil (y que tal vez a alguien más también) para poner información que me interesa conservar y acceder a ella relativamente fácil, dado que mis marcadores no son muy organizados (XD').