martes, 16 de junio de 2009

¡Qué cruda!



Ultimamente estoy ocupada con algunos asuntos que debí terminar hace mucho tiempo atrás. Esto implica más trabajo y menos descanso, sería genial para mí que el día tuviera 36 horas, pero me tocó vivir en este sistema así que me las tengo que arreglar con las casi 24 que hay en este planeta tan hermoso (y destruido).

Tuve una semana para preparar una presentación acerca de una tesina que estoy realizando, pero como soy una perseguidora tonta de la inalcanzable perfección, pues me llevé más tiempo del requerido en la investigación histórica, que luego se tradujo en que me quedó menos de un día para hacer la presentación en electrónico. Terminé a las 6:10 horas, y como me tenía que levantar a las 7:30, concluí que ya no tenía caso dormirse, así que me fui a ver la televisión un rato, pero, para mi desgracia no había algo interesante qué ver, ergo, me quedé dormida.

La alarma sonó puntualmente y me desperté sin saber qué día era, además era como si mi cuerpo no se hubiera despertado, pero mi mente sí, o al revés, imagino que si existe eso de las
proyecciones astrales, la sensación debería ser algo parecida. Apenas si podía sostener lo que tomaba y de repente me llegaban unos temblores de adicta desintoxicándose, supongo.


Ya antes había pasado casi dos días sin dormir, y aunque andaba como zombie la mitad del segundo día, nunca había experimentado esa sensación, neta que se siente gacho. Nunca en mi vida he tenido una cruda (resaca), así que no se si lo que sentí hace un par de días puede ser llamado así...

Nota para mi: duermo o no duermo, pero eso de dormir un poco "no lo vuelvo a hacer".

0 comentarios:

Publicar un comentario